LA GLORIOSA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA 1811


En conmemoración a la gloriosa Independencia de Venezuela de 1811:

Ya han pasado 207 años desde que siete provincias de la Capitanía General de Venezuela: Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, decidieron firmar en la Capilla de Santa Rosa de Lima el acta que pondría en disputa la libertad absoluta del decadente sistema colono español.

Muchos antecedentes históricos, nacionales e internacionales, fueron piezas claves para el desarrollo y ejecución de esa intrépida emancipación venezolana que no daba vuelta atrás. Aunque la venezolanidad real y arraigada se produce con las medidas implantadas durante el gobierno del General Antonio Guzmán Blanco, sin duda alguna, la independencia del Virreinato de Nueva Granada en el año 1742, y la creación de la Capitanía General de Venezuela en el año 1777, crea un sentimiento de pertenencia entre los habitantes del nuevo territorio organizado por el Rey Carlos III.

La monarquía absoluta, gobernante de aquella gran mina de recursos para la corona, sabía, desde un primer momento, que los ideales de libertad promulgados por la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, iban a ser un gran problema para mantener en estado de sumisión a un sistema que en cualquier momento iba a resquebrajarse. La Real Audiencia de Caracas, tribunal representante de la corona, castigaba con torturas y cárcel a los habitantes que difundieran las nacientes ideas. Pero, dicha Audiencia no contaba que la opresión aumentaría los sueños y el deseo de libertad de la utópica República de Venezuela.

La corona no pudo controlar la rebeldía del naciente bravo pueblo, teniendo como resultado las rebeliones de José L. Chirino, Gual y España, y la del Generalísimo Francisco de Miranda. El temor se hizo tangible e impulsor de estas ideas, cuando el francés Napoleón Bonaparte invade Europa en el año 1808, designando a su hermano José Bonaparte como el nuevo Rey de España durante la Ocupación. La Capitanía General, siendo parte de la colonia española, no iba a escapar de las decisiones y designaciones hechas por el nuevo Rey y el Consejo de Regencia, razón por la cual llega a Venezuela el nuevo Capitán General, Vicente Emparán. Sin embargo, el sentimiento de rebeldía, poder y libertad iba a darle un giro sin precedentes a la continuación de la monarquía española.

El verdadero poder del pueblo y para el pueblo se vio aquel 19 de abril de 1810, cuando en la histórica plaza mayor los habitantes de Caracas exigen la destitución del Capitán Emparán y logran, por orgullo del mismo, que renuncie a su cargo. Desde ese momento, los largos años de opresión y descontento social dieron fruto, dando como resultado el primer paso para la independencia de Venezuela. Luego de la renuncia de Emparán, se crea entonces la Junta Suprema Conservadora de los Derechos del Rey Fernando VII, de la cual se dudó desde un primer momento, ya que sus intenciones independentistas eran notorias.

Se crearían organizaciones polémicas como la Sociedad Patriótica, de la cual formarían parte próceres como Francisco de Miranda, José Félix Ribas y Simón Bolívar; posteriormente, sería esta asociación, gracias a sus discursos populares, la que fomentaría el deseo separatista del pueblo y presionaría al Congreso para la pronta ejecución de los mismos. Los habitantes de la Capitanía General de Venezuela, divididos en aquel momento por estamentos, estaban constituidos en gran parte por pardos, zambos, indígenas y esclavos, representando el 94 % de la población venezolana. Por ello, los discursos de la Sociedad Patriótica siempre iban dirigidos a ese bajo pueblo cansado de la opresión y el desprecio, aumentando las ansias de poder que servirían como apoyo en la naciente revolución entre 1810 y 1811.

Antes del gran día, específicamente los días 3 y 4 de julio de 1811, el sentir revolucionario se apoderaba de los espacios públicos de Caracas. Pero nada comparado con el glorioso 5 de julio, cuando los representantes de siete provincias de la Capitanía General de Venezuela firmaron el Acta de Independencia, partida de nacimiento de la Primera República. El júbilo era avasallante, la banderas de España eran despedazadas y quemadas, mientras que el tricolor diseñado por Miranda era ondeado con gran orgullo; a su vez, los cuadros de Fernando VII que estaban en los edificios públicos y en las casas de la capital fueron destruidos, mientras que el pueblo alagado por la Sociedad Patriótica corría de una plaza a otra para escuchar los magníficos discursos desenfrenados que daban los oradores del momento. Así transcurrió el primer día de nuestra independencia, sin saber aquellos patriotas revolucionarios el largo camino que quedaba por transitar y las grandes batallas por disputar.

Hoy, 207 años después, el pueblo venezolano necesita conocer su heroico origen, ejemplo indiscutible para todo el continente americano, de espíritu aguerrido y valiente, capaz de hacer frente ante cualquier supra poder existente. La tiranía, la opresión, el despotismo y la corrupción, tarde o temprano terminaran cosechando el fruto que durante estos largos años han sembrado, porque este glorioso bravo pueblo solo necesita creer en sí mismo y en el cambio que se puede generar desde adentro.

<<En el nombre de Dios Todopoderoso>> ¡Que viva Venezuela!




Jeison Eliezer Vela Quendo

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