¿PARTIDOS, CAUDILLOS O VENEZOLANOS?
En Venezuela se ha venido desarrollando
una serie de acontecimientos políticos que mantienen a su población sumida en
un estado de pasividad y conformismo, los gobernantes de turno han tenido la
libertad de convertir la democracia en un instrumento personalista con el fin
de complacer sus propios intereses. Cabe destacar, que no se hace referencia
solo a los representantes del oficialismo sino también a su oposición.

Pero, este problema no solo se presenta en
la actualidad, se ha venido presentando a lo largo de nuestra historia
republicana. En el país siempre se ha observado la existencia de dos bandos
peleando por el poder político, comenzando por los Independentistas y los
Realistas, pasando por AD y COPEI, y terminando en los que conocemos hoy en
día, MUD y PSUV.
La población venezolana no ha sido capaz
de tomar permanentemente las responsabilidades políticas y sociales que la
situación exige, dejando en mano de sus “lideres” el destino del país. Esto se
debe a la teoría del gobernante fuerte, mejor conocido como el caudillo.
Entonces, ¿Venezuela es realmente un país independiente?
En la Guerra de Independencia se logró
librar al territorio venezolano del Imperio español, pero en ningún momento se
logró librar a la población de un poder supremo y personalista.
La revuelta ocurrida el 27 de febrero de
1989, mejor conocida como El Caracazo, fue el vivo ejemplo de una población
cansada de todos los abusos que han sufrido por parte del Estado, fue el
estallido de una bomba creada desde 1811 por el abuso de poder y las
diferencias existentes entre las clases sociales.
Aun así, los venezolanos siguen
depositando su confianza en lideres personalistas que tarde o temprano olvidan
cuales son las funciones de su cargo, siguen aguantando el abuso de poder y
siguen esperando que tarde o temprano aparezca un hombre con rasgos de caudillo
para salvar a la nación.
En conclusión, es difícil pensar en un
cambio real y positivo para el país, todo esto se debe a la polarización
política existente desde la lucha por la independencia y al toque personalista
que le ha dado cada gobernante a su gestión. Nunca ha existido una separación
de poderes real ya que la democracia latinoamericana no funciona igual a la
democracia de origen.
Además, ha quedado evidenciado que la
población venezolana necesita de un líder que les indique qué camino debe
tomar, el problema es que la mayoría de las veces ese camino busca el interés
propio del caudillo y no de la población.
Venezuela es un país lleno de grandeza,
envidiable por cualquier nación… Pero le hace falta independencia,
independencia real.
Jeison E. Vela Q.
"Ensayo realizado a principios del año 2017 para el Módulo de Debate - Programa Samuel Robinson"
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