Hoy, mañana y siempre
Hoy, mañana y siempre
Buenas
noches, corazón. Aquí me tienes nuevamente pensando en ti... Como ayer, como
siempre, como si estuvieras a mi lado retándome con aquella mirada que tanto
dice, que tanto me encanta. Diariamente me pregunto qué hiciste para invadir mi
mente, mi vida, mi ser, porque eso hiciste… Te colaste entre tanta oscuridad
para robar mi atención con tu brillo, ese que emana de la misma mirada que
tanto me reta, que tanto me encanta.
Hoy
ya no me llamas, hoy ya no me escribes, hoy ya no estas presente. Decidiste
marcharte sin avisar y esas son las partidas que más duelen, las que nos toman
por sorpresa pensando que todo está bien. Pero, aun así, me sorprende más el
hecho de seguir amándote igual que ayer.
Tanto
te amo que sigo anhelando tu regreso, como si solo hubieses salido de paseo a
algún museo, a algún teatro, a una opera, o simplemente a tomar aire fresco en
algún hermoso parque… Hermoso, como tus ojos.
Finalizo este manifiesto afirmando lo
evidente: te extraño, te extraño a ti y a tu ser, tan grande y puro. Te espero
aquí, como siempre, para invitarte un café y conversar sobre tu vida, sobre la mía,
sobre política, para hacerte un mal chiste feminista mientras fumamos unos
cuantos cigarrillos, como siempre, mi amada.
Jeison
E. Vela. Q
Comentarios
Publicar un comentario