DEDICATORIA - Jeison Vela

A MI FIEL ACOMPAÑANTE:

“Gracias por permitirme compartir todas estas asombrosas e inolvidables experiencias contigo. Indiscutiblemente hemos aprendido por igual de cada una de ellas, sin excepción, pues, la vida misma nos ha retado en un sinfín de ocasiones y muy pocas veces nos ha ofrecido tregua. Hasta los momentos solo puedo contar dos (2) porque al parecer para ella es mejor enseñar por las malas, ya que por las buenas solo se le enseña a los débiles.

He decidido tocar este tema porque tú y yo bien sabemos lo mucho que hemos temido a lo largo de nuestro trayecto. Tú y yo sabemos que no ha sido para nada fácil ser quien somos hoy… Aunque para la sociedad no seamos nada, sabemos que no nos hace falta ser algo para alguien más porque nosotros tenemos presente lo mucho que valemos y valdremos siempre.

Eres testigo compañero mío, de todas las veces que hemos caído en el suelo golpeados vilmente como un boxeador, inconscientes, sin saber qué hacer, sin saber a dónde mirar. Pero juntos, juntos vencimos todas esas peleas, solos tú y yo, sin ayuda de nadie, porque después de cierta edad nadie estuvo ahí para nosotros, solo tú para mí y yo para ti.

Hoy somos como el ave fénix, hoy somos alguien nuevo. Quienes nos dieron la espalda en el pasado hoy nos aplauden y nos elogian como si fuésemos alguna especie de celebridad. Siempre lo he dicho compañero, fuera de nosotros el mundo está lleno de hipócritas que solo les importa la fachada y no se preocupan por lo que realmente pasa dentro de la morada.

Quiero concluir esta dedicatoria agradeciéndote una vez más por acompañarme, escucharme, aconsejarme y no dejarme ceder nunca frente ninguna batalla. No me arrepiento de nada, estoy orgulloso de todo lo que he hecho, por eso te dedico este breve texto, porque te he creado, porque tú eres yo, y yo nunca me abandonaré por más miedo que tenga.”

Jeison E. Vela Q.